EL MANANTIAL – THE FOUNTAINHEAD (1949) King Vidor




Howard Roark

Creo que para realizar este comentario, debería comenzar por hablar de su protagonista estrella. Es él quien le da sentido a toda la película, articulando los sucesos y los escenarios.

Es un personaje seguro de sí mismo. Se presenta desde el principio como un genio, un luchador del movimiento moderno, protector del ingenio que solo unos pocos desarrollaban ya que estaban condicionados por los gustos de la sociedad y se dejaban manipular.

Desde este punto de partida, la arquitectura se convierte en el hilo de una intrigante historia. Dos tipologías arquitectónicas nos encuadran el espacio: una protegida por los deseos y gustos por una sociedad que se moderniza entre columnas y frontones caducos, otra se presenta como una lucha, un intento de avance, como el sueño de unos pocos hombres.



Escenarios

Tenemos escenarios muy diversos. Además en esta película, la voz de los actores y la música (BSO), están incluidos. La cámara se desplaza, muy medidamente, para crear puntos de fuga muy bien elegidos, una fotografía espectacular y unos planos de los lugares muy estudiados.


El despacho de H. Roark.

Me pareció muy atractiva la manera en que se presenta el despacho. A través de un movimiento de la cámara en el pasillo de acceso, encuadrando la puerta, sin ventanas, ángulos rectos y sombras duras; es una manera muy clara de presentar el carácter del actor, su tipo de arquitectura y la ubicación del espacio del despacho.
Tras la puerta del despacho, se nos muestran tres fotografías de edificios de Roark, ¿podemos ver representado a F. Lloid Wright? ¿Son adaptaciones de edificios imitando los vuelos de la Casa de La Cascada?
Interesante presentación del personaje y su entorno en apenas diez minutos de película.


En la ambulancia.

Podemos ver pasar los edificios por la ventana de la ambulancia, podemos observar la arquitectura y relacionarla con los dos arquitectos que aparecen en esta escena. La lucha por un estilo propio, un estilo nuevo, ha llevado a la ruina a uno de ellos. El otro, joven todavía, sigue viviendo el sueño, un sueño que continuará toda la película, hasta ser alcanzado.
Podemos relacionar la imagen de los edificios pasando a gran velocidad, con el inminente fallecimiento del arquitecto de mayor edad. Es el símil de cómo la vida pasa rápidamente por nuestros ojos cuando estamos a punto de perecer, en su caso, lo que pasa ante sus ojos es también su vida, su entrega total a su causa: la arquitectura.

Esta imagen es muy atractiva. Ver a un hombre tocar sensiblemente una maqueta de una de sus obras es algo noble. El arquitecto mira su maqueta, es su edificio, lo ha sacado de dentro, es su hijo. Tocar su edificio en maqueta, es como tocar a su bebe, que luego crecerá, se hará enorme, titánico, y dejará de ser suyo para ser de la ciudad.
En esta escena intentan ensuciar su idea. Una vez más, con añadidos historicistas. Él no lo consiente, quiere a su obra tal y como es, se enfada y abandona. Decide apartarse de la ciudad y de la arquitectura.



La cantera.

El protagonista se “exilia” en un trabajo de cantero, escapando de la vulgar composición arquitectónica, generada por los deseos de la sociedad por una arquitectura marchita, decadente y muerta.
La escenografía de la cantera vuelve a mostrarnos unas composiciones muy sugerentes. Muros rudos, sombras duras, planos verticales, juegos de equilibrio de trozos de rocas, estabilidad e inestabilidad (como podemos observar en la siguiente imagen: dos planos verticales de apariencia estable, sustentan a dos grandes losas que desconciertan con su visión inestable).
La siguiente imagen es muy sugerente. El protagonista sujeta el taladro perpendicular a su cuerpo, traza un ángulo recto y está taladrando una roca inclinada ligeramente. A su espalda una roca, también perpendicular, le cubre la espalda. Está aprisionado entre dos colosales muros de piedra. Una vertical, una inclinada.
La tensión del cuerpo del personaje, con todos los músculos en tensión concentrado en su tarea (me recuerda a el Discóbolo), me parece una imagen de tensiones complementarias exquisita: cuerpo del hombre, hierro y roca.
Y de fondo la fragilidad de la mujer que lo mira fascinada.

El periódico.

Es muy interesante la mezcla que se realiza entre sociedad, publicidad y arquitectura. Toda la película gira en torno a estos tres conceptos, pero sobre todo esto encontramos a Roark. El gran interés de este personaje reside en que sabe decir “no”, cuando debe.
En el periódico, se nos presenta el director como un hombre también fuerte, pero que está manipulado por la opinión de las masas, es un instrumento de la sociedad. En su periódico les da lo que quieren leer, no defiende su propia ideología o sus propios gustos.


Su mentalidad queda reflejada en la escena que presento a continuación: una gran cristalera nos abre a un mundo caduco, edificios neogóticos, historicistas, carentes de un sentido arquitectónico acorde con el nuevo sentido de sociedad.
Se supone que New York, podría haber sido la tierra de la renovación, una ciudad que parte de cero, que nos presenta todos los experimentos de la arquitectura moderna. En vez de eso, es consumida por la repetición de estilos de la antigua Europa (continente que, realmente, es lógico que le costara más desprenderse de su historia arquitectónica, ya que en Europa, los movimientos históricos influyen en las mentes de sus habitantes y tiran como un lastre de ellas. En los Estados Unidos no debería haber ocurrido esto)

Roark, vuelve a su trabajo de arquitecto con un interesante encargo. Una bella obra de arquitectura en altura que despunta frente a los edificios lindantes caducos, como podemos ver en la escena. La escenografía de Edificios está muy bien lograda. Las reproducciones en maqueta, trasladadas a un contexto urbanístico, dan la escala y nos transportan a la realidad.
Estando en el S.XXI, en la era de los efectos especiales, es de subrayar los montajes de esta película, sus transiciones de dibujo a realidad, o de maqueta a realidad. La incorporación de personajes en las escenas arquitectónicas, están muy bien tomadas, tanto si es en montaje, como si se realiza en un entorno real.


A este encargo le continuarán otros muchos, pero con la dificultad de la opinión pública de la sociedad y el periódico que apoya a esas masas.
A él no le importan que hablen, pero resulta que están intentando hundirle. No lo conseguirán. Se mantiene fiel a sus composiciones y nunca las abandonará. Entonces empieza a ser querido y reconocido.



Los escenarios de esta película son de lujo. Imágenes de New York, nocturnas y diurnas, acompañan a casi todos los fotogramas. Dentro de la mediocridad de los edificios, faltos de renovación y superación de sus arquitectos, vemos una imponente ciudad de rascacielos y alturas sin fin. No deja de tener una imagen muy bella, esta gran ciudad.

También cabe destacar las imágenes en lancha o yate. La cámara se mueve sobre el agua junto con la barca o lancha y nos presenta una imagen de la orilla, una imagen de una New York de rascacielos suspendida sobre el agua. Como una ciudad flotante.
A mi, me sigue llamando la atención, que frente a las moles de acero y hormigón que son los rascacielos, su imagen es estilizada, ligera y solemnemente esbelta cuando se observan desde el punto de vista del mar. Algo tan pesado y titánico, que parece tan ligero, para mi no deja de ser un desafío a nuestra visión natural. Un desafío a la naturaleza.

Tras este encargo, Roark, tendrá otros muchos, como ya he dicho, hasta que una traición a uno de sus edificios (no a él), lo envuelve en problemas. Pero gana el juicio y podemos disfrutar de una última colosal imagen: la subida en montacargas de su esposa, hasta uno de los rascacielos que Roark está construyendo. En esa imagen podemos contemplar New York desde arriba. Una visión panorámica, y Roark en su cúspide.

Y creo que podría terminar esta crítica positiva diciendo:
"
A través de las edades, el éxito ha sido de aquellos que perciben las necesidades públicas y saben satisfacerlas." Shiller

Comentarios

  1. Según tengo entendido el guión se basó en un principio en la vida de Frank Lloyd Wright y su maestro Sullivan, pero por algún tema de producción acabó cambiándose la historia para hacer algo más hollywoodiense.

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  2. Si, eso es cierto, se basa en la vida de Wright, pero el problema fue los derechos de imagen del arquitecto o algo así. Que yo sepa... si te enteras de otra razón, cuentanosla.
    Desde luego la película tiene un gran sentimiento sobre los componentes de la arquitectura de Wright, y su sentimiento por ella.

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  3. Holas

    Hoy acabo de ver la pelicula y según mi director de carrera está basada en un libro y se le pidió a Wright que hiciese las proyecciones de los edificios que supuestamente se habían diseñado en la trama, pero que cuando llevaron el presupuesto a Hollywood lo rechazaron por costoso, pero aun así los diseños son bien parecidos a las obras de Wright..

    al menos eso me contaron.. Saludos

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  4. Gracias Cristian por la aportación. Yo sabía que uno de los problemas fue los derechos de Imagen, y lo que si es cierto, que los edificios que aparecen están cargados de connotaciones de Wright, de eso no hay duda. Pero el resto de sucesos en torno al caso, no se sabe mucho de ello, solo algunas especulaciones pero no hay fundamentos reales en ningún caso.
    Lo que tu nos comentas hoy sobre la película, viene en la wikipedia, si buscamos la vida de Wright. Puede que sea cierto lo que nos cuentas tu y la wiki, pues Wright ya era un arquitecto consagrado en el momento de la producción del film, así que no dudo de los elevados costes de sus proyectos.
    Pedir en aquellos momentos una casa a Wright, debía ser como encargarsela a dia de hoy a Norman Foster o a Zaha Hadi.

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  5. amigos Cristián porfavor podrian pasarme la pelicula completa del "el manantial"le estare agradecido ....gracias

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