Frente a estas caritas de incredulidad, explicaré mi afirmación inicial.
Puede parecer una afirmación muy
rotunda, pero es una realidad bastante plausible. La gente, ya no ve
cine... ahora ven series de televisión.
Desde que hace años, las películas
pasaron de ser películas a ser trilogías, y de durar 1 hora
y media, a durar 3 y 4 horas, la industria del cine sufrió un gran
cambio. Y como ha sucedido a lo largo de la historia, la gente
también cambió con las tendencias que marcaba el cine.
Y entonces apareció HBO y Netflix, que
aprovecharon la incertidumbre de los cinéfilos, que no conseguían
ver sagas completas en el cine, porque algunos incluso se dormían, y
dieron una vuelta de tuerca: os vamos a hacer series buenas, bonitas
y entretenidas...
Algunas durarán apenas 7 capítulos, y
con posible segunda temporada, si ha funcionado bien. En otras
ocasiones, os vais a pegar hasta 8 años, siguiendo una trama
argumental llena de tensión y suspense, porque en cada temporada
acabada, dejaremos más respuestas sin contestar y caminos abiertos
que cuando la temporada comenzó.
Y así es que aparecieron Juego de
Tronos, de las largas, muy buena aunque perdiendo fuerza al final; o
Stranger Things, de las cortas, buena e intensa con temporadas a modo
secuela; o la aclamada Walking Dead, de las interminables... con
primeras temporadas buenas, pero que se vuelve absurda aunque todavía
continúan en pantalla y ha generado una legión de seguidores.
Sea como fuere, el cine ha dejado de
ser el único medio preferido para contar guiones buenos, y por eso,
en esta nueva temporada de Cine y Arquitectura, os vamos a hablar
mucho de series, porque es parte de la industria del cine actual.
Hablaremos de The Boys, God O'mens,
American God's, o incluso de Jean Claude Van Jhonson y mucho más.
Si es que esto del celuloide... da para
mucho y es parte de la historia de la humanidad. He dicho!
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